Narmes, también llamado Menes fue el fundador de la I dinastía (3100 a. C.) y el que eligió a Menfis como primera capital del Egipto unificado. Desde entonces y hasta el final del Imperio Antiguo, residieron en ella grandes faraones como Esnofru, Keops, Kefrén y Micerino y fue el centro político del país.
La antigua capital está situada a 25 Km al sur de El Cairo, en la orilla izquierda del Nilo, y en el límite entre el alto y el bajo Egipto.
Su nombre original era “Ineb-hedj”, que significaba “paredes blancas”, pero su nombre moderno viene de “Men-nefer” que significa “estable y bella”. La ciudad albergaba el santuario principal de Ptah y por eso se conocía también por el nombre “Castillo del ka de Ptah”, o “Hut ka-Ptah”, de donde puede venir el nombre Aiguptos o Egipto,
En su época estaba adornada con palacios, jardines y templos, que la convirtieron en una de las más importantes ciudades del mundo antiguo.
El historiador y viajero griego Heródoto en el siglo V a. C. aún la describía como una ciudad próspera y cosmopolita. Su importancia se ve fácilmente en su cementerio lleno de pirámides reales, tumbas privadas y necrópolis de animales sagrados. Este cementerio tiene una extensión de 35 Km y va desde Dahshur a Guiza, pasando por Saqqara.
Incluso cuando la capital pasó a ser Tebas, Menfis siguió siendo la segunda ciudad en importancia y sólo fue abandonada en el siglo VII d. C. con las invasiones musulmanas. A partir de ahí, las inundaciones, los constructores en busca de piedra y los cazadores de antigüedades hicieron que casi desapareciera completamente.
Actualmente quedan pocos restos de ella y es difícil imaginar la impresionante ciudad que debió ser. Por lo menos, vale la pena ver el coloso de Ramsés II , tan perfecto como si lo acabaran de esculpir.
El coloso está hecho de un bloque de piedra caliza y estaba situado ante las puertas del templo de Ptah. Debió de ser derribado por un terremoto.
Tiene 10,3 metros de alto, pero habría medido 14 metros de estar completo, ya que le falta parte de un brazo y de las piernas. Solamente su oreja mide 50 cm de largo. Tiene cartuchos reales (la especie de elipse donde va el nombre del faraón) grabados en sus hombros, mano y cintura.
Otro coloso de Ramsés II en granito rosado, encontrado en la zona está actualmente en la plaza de la estación de El Cairo.
A parte del coloso hay otras esculturas interesantes como la Esfinge de Amenofis II (XVIII dinastía), de 8 metros de largo, 4,25 metros de alto y 80 TM de peso, realizada en alabastro.
