Egipto

La Religión Musulmana

El Islam es una religión tolerante. Durante la expansión del Islam de los siglos VII al XII, a los que creían en otras religiones, como los Cristianos y Judíos, les fue permitido seguir practicando su religión.

Hay cinco preceptos fundamentales:

1. La Profesión de fe (Xahada): No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta


2. La Oración (Salat). Antes de cada oración existe el ritual de abluciones que consiste en lavarse la cara, las orejas, el pelo, las manos, los brazos hasta el codo, los tobillos y los pies, cada cosa dos veces. La oración se hace mirando en dirección a la Meca y es un acto de alabanza, por lo que se deben alternar las posturas de pie, inclinado y prosternado tocando la cabeza con el suelo (por eso hay que descalzarse al entrar en una mezquita). Si se está trabajando y no se puede realizar la oración, se puede hacer más tarde y desde luego, es obligatorio realizar el trabajo con toda el alma. Hay 5 llamadas a la oración:
• al fajr: al alba
• ad zuhr: al mediodía
• ad asr: a la tarde
• al maghrib: al ocaso
• ad isha: a la noche
  
3. Limosna ritual (Zakak) de los ricos hacia los pobres. Según nos contó Samir, es obligatorio dar el 20% del beneficio anual. Para los beneficiarios se busca primero entre la propia familia o en el entorno.


4. El Ayuno (Sawm). El ayuno es obligatorio para los adultos durante el mes del ramadán, el noveno del calendario musulmán, desde la salida a la puesta de sol.


5. Peregrinación a la Meca por lo menos una vez en la vida para todo musulmán que tenga la fuerza y los recursos necesarios. Se realiza del 7 al 13 del mes Du al-hiyya, último del año musulmán. Aproximadamente equivale a nuestro enero.

Para el creyente musulmán, como para el cristiano, la vida de este mundo es un mero tránsito hacia la verdadera existencia: la vida eterna. En el rito de la sepultura, el fallecido debe de ser enterrado siempre en la tierra, en una tumba orientada a la Meca.

El cuerpo ha de ser cubierto únicamente con una sábana limpia, sin ataúd. Una simple lápida recuerda al difunto, pues la ostentación en las tumbas no está permitida. Las visitas a los cementerios son para reflexionar sobre el destino final del hombre. La tumba no es lugar para reuniones ni para pedir al difunto intercesión, ya que sólo Alá escucha las súplicas.

Más información en:

http://www.buscareligiones.com/islamismo/index5.phtml

http://www.hoy.comec/suplemen/blan154/negro2.htm

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