Montañas Wicklow
Glendalough
El nombre de este conjunto monástico fundado por San Kevin en el siglo
VI, viene del irlandés Gleann dá Loch, valle de los dos lagos.
San Kevin nació en el año 498 y aún siendo descendiente de la casa real
de Leinster, renunció a sus privilegios para vivir como ermitaño en una
cueva de Glendalough.
Hay un montón de leyendas sobre San Kevin. Por ejemplo, un día que estaba
orando, un mirlo puso un huevo en su mano y tal era su amor por los animales,
que el santo no cambió de postura hasta que el pájaro rompió el cascarón.
También se cuenta la historia de la tentación que sufrió San Kevin en
forma de mujer. Para evitarla, arrojó a la joven al lago.
También se dice que murió en el año 618, con 120 años de edad.
Durante casi ocho siglos después de la muerte de San Kevin, (618-1398),
el monasterio fue un importante centro cultural, dedicado a iluminar manuscritos
y a cuidar enfermos. El lugar contó con numerosas habitaciones, scriptoriums,
una enfermería y una granja, y fue saqueado por los vikingos en muchas
ocasiones. En 1398 fue arrasado por tropas inglesas pero siguió funcionando
como institución monástica hasta la disolución de los monasterios en 1530.
Todos los años, el tres de junio, día de San Kevin y se sigue celebrando
una peregrinación al lugar.
Cruzamos la puerta de entrada. Son los únicos restos que quedan en Irlanda
de la puerta de un recinto monástico. Originalmente tenía dos niveles,
arcos de granito y tejado de madera. Empotrada en la pared, hay una piedra
con una gran cruz gravada y que marcaba el límite del área de refugio.
Esta piedra, también tenía, al parecer, el poder de perdonar los pecados. Cuando se enteraron mi padre y mi hermana quisieron probarlo. Uyuyuy...¿qué remordimientos tendrían?...
Pasando la entrada, enseguida llegamos
a su preciosa torre cilíndrica de 33 metros de altura. Alrededor
de 1870 se reconstruyó la parte superior con piedras encontradas
en su interior. Esta torre servía de referencia para los viajeros,
de campanario, de atalaya, y en caso de ataque, de refugio para personas
y objetos de valor.
La puerta de la torre no está al nivel del suelo, sino a unos metros
por encima. Según Ed esto era por razones defensivas. Se usaba una escalera
de madera que se retiraba cuando había algún peligro.
Cuando al día siguiente vimos una torre semejante en Monasterboice, nuestro
nuevo guía nos dio una explicación diferente. ¿Cuál es la auténtica?...
ustedes decidan.
Cerca de la torre está la cruz de San Kevin, del siglo XII. Es la primera
cruz típicamente irlandesa. Estas cruces se usaban para enseñar la religión
católica a los paganos. Los irlandeses en esa época eran politeístas,
pero tenían un dios superior a los otros: el sol. Por eso las cruces irlandesas
están formadas por la cruz tradicional y por un círculo que representa
el sol. La cruz está por delante del sol, lo que significa que el dios
de la cruz es más poderoso que el más poderoso de los dioses paganos.
Esta
cruz en particular, además, tiene un "poder". Si te abrazas a ella
y pides un deseo, se te cumple. MI hermana no dudó en probarlo.
¿Qué pediría?.
En nuestra última visita también mi padre quiso probar los poderes de la cruz...
Vimos los otros edificios que hay alrededor, como la catedral del siglo
XII que no tiene techo y donde hay un montón de lápidas. Ed nos explicó
que las tumbas están ordenadas por fechas, para facilitar la búsqueda
de antecesores a las personas que quieran investigar sus orígenes irlandeses.
También vimos la casa de los curas (Priest's house), decorada con un
arco romano exterior y un dintel con la figura de San Kevin. Su nombre
es debido a que es tumba de sacerdotes.
Y el último de los edificios es la iglesia o la cocina de San Kevin (San
Kevin's Church o San Kevin Kitchen), un pequeño oratorio con campanario
circular del siglo XI. El apodo de cocina de San Kevin lo da su original
campanario, que se parece a una chimenea. Tenía dos pisos y el superior
se usaba probablemente para guardar manuscritos o como vivienda. Fue construido
alrededor del siglo XI, aunque algunos estudiosos lo datan en el siglo
VIII o IX. En el siglo XIX volvió a ser por un corto tiempo lugar de culto.
A partir de ahí empezamos nuestro paseo por los lagos.
Seguimos
el sendero bordeando el lado derecho del lago inferior (lower lake) y
luchando contra el viento y la lluvia contra los que el pobre paraguas
de mi hermana estaba en desventaja. Aún así pudimos disfrutar
de las vistas sobre el precioso lago.
El
lago superior (upper lake) se perdía a lo lejos, pero nosotras
ya teníamos que regresar.
Eso sí, en el camino de vuelta, después de subir una empinada cuesta
para la que se vio que yo no estaba muy en forma, vimos la cascada de
Poulanass. Mi hermana estaba empeñada en seguir camino arriba, pero la
convencí de que teníamos que retomar nuestro antiguo sendero para reunirnos
con nuestro guía y nuestros compañeros de viaje.
Esta
vez volvimos por el lago izquierdo, vimos otra pequeña cascada
y nos paramos a recoger algunas piedrecitas del camino (en eso de recoger
piedras y objetos varios, mi hermana y yo nos parecemos).
Por fin nos reunimos con los demás. Éramos, como no, las últimas, pero
por lo menos conseguimos ver todo lo que queríamos.
Nuestra siguiente parada fue en lo que quedaba del escenario de rodaje
de la película El imperio del fuego (Reign of fire). Una coproducción
americana, inglesa e irlandesa que costó 90 millones de dólares y estaba
protagonizada por Matthew McConaughey y Christian Bale. Para rodarla se
construyo en ese lugar una especie de fortaleza de la que no queda prácticamente
nada.
De camino hacia los lagos Blessington, nuestro guía Edmund nos explicó
que no existe energía nuclear en Irlanda. Los irlandeses prefieren las
fuentes naturales de energía como el agua o el viento, de las que poseen
cantidades en abundancia.
|