Pasamos por Victoria para dirigirnos al oeste de la isla, hacia la ventana azul. Había mucho tráfico debido a que era fiesta y que además era día de mercado.
El tiempo era estupendo. Dimos varias vueltas por el pueblo de San Lawrenz porque no dábamos con la carretera correcta. Pasamos nada menos que 3 veces delante de su enorme iglesia y cada vez tomábamos un camino distinto, pero hasta la cuarta vez no acertamos con el adecuado.
Sin embargo, pronto estuvimos en Dwejra Point para ver la Azure Window o ventana azul.
Un barco nos llevó a los dos solos por lo que ellos llaman Inland Sea (mar interior) y que era un pequeño lago de agua salada comunicado por medio de una gruta con el mar abierto.
El agua estaba más calmada que en la Gruta Azul de Malta y el barquero nos iba explicando cosas según nos llevaba.
Nos contó que el agua era muy profunda allí; nos recomendó fijarnos en los preciosos colores del coral, y en el azul vivo del agua; nos mostró la roca que parece un rostro y la que parece un cocodrilo; nos habló de la Fungus rock, dónde había hiervas medicinales... y bromeó con Justo por su miedo a la profundidad del agua.
Hasta nos hizo una foto, de las pocas que tenemos los dos juntos.