También nos liamos un poco hasta llegar al centro de Victoria, pero, después de dejar el coche en un enorme parking, fuimos a visitar la capital de Gozo.
Entramos por la vieja puerta principal, la que está más a la derecha y la más antigua. Dentro, a la izquierda, hay una inscripción romana del siglo II a.C.
Pasamos el museo arqueológico y subimos por unas escaleras hasta las murallas. Se divisa desde aquí la cúpula de Xewkija con Comino y Malta al fondo; la torre gótica de la iglesia del puerto de Mgarr; la torre de vigilancia de Nadur, y la cúpula y las dos torres gemelas de su iglesia; al este Xaghra con su molino y su iglesia; y hacia la izquierda se pueden ver los blancos apartamentos de la bahía de Marsalforn.
Seguimos bordeando la muralla hasta volver hacia la entrada de la ciudad, donde está la catedral. Allí, en la calle Il-Fossos, paramos a recuperar fuerzas en Ta'Ricardo. Una compañera de trabajo de Justo nos había recomendado este sitio para comer.
En la guía también lo recomendaba. Ponía que aquí podías tomarte una fuente con queso, pan, tomates frescos y secos, alcaparras y aceitunas. Lo que no decía la guía es que era prácticamente plato único. Aparte de esta fuente sólo había crema de verduras, y un embutido parecido a longaniza.
Así que eso es lo que pedimos, una fuente (que estaba muy rica) y un poco de embutido (que le faltaba un poco de curación para nuestro gusto).
Ta'Ricardo, es, aparte de restaurante, una tienda de productos típicos malteses. Allí se podían comprar todos los ingredientes de nuestra comida, además de guías y artesanía. Curioso, ¿no?
De allí bajamos a la Pjazza Independenza donde hay mercado todos los días. El edificio con forma semicircular de la plaza es la Banca Giuratale, que fue el ayuntamiento y aún hoy acoge oficinas gubernamentales. Una calle que empieza aquí nos acercó a la basílica de San Jorge. Paseamos un tiempo por este barrio y decidimos irnos a conocer el norte de la isla.