La construcción de la actual capital de Malta empezó en 1566 y terminó 5 años después del asedio turco a Malta. Se construyó una ciudad totalmente estudiada para la defensa y el ataque. La diseñó La Vallete y la construyeron 8.000 esclavos y artesanos que trabajaron duramente en la colina de Sceberras, nivelando la cima, fabricando un sistema de drenaje en el lecho de roca y creando una regular red de calles.
Valletta es la primera ciudad de Europa construida siguiendo un plan: edificios suficientemente altos para proteger del sol; calles rectas para permitir la ventilación; zanjas de drenaje por debajo del nivel de la calle para alejar la basura de las casas; viviendas con cisternas para recoger agua de lluvia; recogida de basura en zanjas subterráneas; fachadas construidas con normas especiales para mantener la uniformidad; porches prohibidos para no estrechar las calles; y esculturas en las esquinas de cada edificio. Muchas de estas características permanecen hoy en día.
También se construyó un gran foso de 18 metros de profundidad, 20 de ancho y casi 1 Km de largo, además de murallas y bastiones para su protección.
La ciudad fue embellecida con iglesias, palacios, calles residenciales, y, por supuesto, un hospital.
En 1634, una nueva amenaza turca hizo construir una segunda línea de defensa, un kilómetro al sur del gran foso de La Valletta. A esta nueva fortificación se le llamó Floriana por Pietro Paolo Floriani, el ingeniero que la diseñó.