Cuando ya casi anochecía llegamos a Ifran, o “la suiza marroquí”, como también la llaman por su aspecto de ciudad europea, con sus casas de fachadas picudas, sus tejados de tejas rosas y sus pequeños jardines rodeándolas.
La ciudad está a 1.650 m. de altitud y es una estación en invierno y un lugar donde pescar y pasear en verano.
También tiene una elitista universidad privada inaugurada por Hassan II en 1995, la Al Akhawayn University.
Paramos cerca de los jardines de Ifran para hacer un último descanso antes de llegar a Fez, pero no tuvimos tiempo de verlos porque ya anochecía.
En esta parada, una vez más, (¡cómo no!), saltó la polémica cuando El Arbi habló de Salman Rushdie y de su obra “Versos satánicos”. Según él este escritor había sido muy irrespetuoso con las creencias musulmanas y él estaba de acuerdo con la condena a muerte con la que le sentenció Jomeini por considerarlo un libro blasfemo.
Yo no puedo estar de acuerdo con esto. Por muy irrespetuoso que fuera el libro no veo que sea ninguna razón para matar a nadie.
Además, como El Arbi también decía, cada uno tiene que responder por lo que hace ante dios. Así que, en todo caso, Salman Rushdie responderá tarde o temprano y yo le deseo que sea lo más tarde posible.
En 1998 la condena a muerte contra Salman Rushdie fue revocada por el gobierno Iraní. Sin embargo, según algunos musulmanes más radicales, únicamente podía revocarla Jomeini, el mismo que la emitió, y según ellos, en consecuencia, la condena sigue en vigor.
Afortunadamente la mayoría se deben haber olvidado de Rushdie y él debe de vivir en relativa tranquilidad.
Después de la parada en Ifran, seguimos camino, y una vez recorrimos los 50 km. que nos separaban de Fez, llegamos por fin a la ciudad, muy cansados del viaje.
Esta vez nuestro hotel era el Crown Plaza, de 5 estrellas. Era precioso, y como llegamos tan tarde no tuvimos cena de bufet sino menú sentados. ¡Qué bien, no había ni que levantarse!.
Esa noche no salimos. A mí me dolía todo el cuerpo del traqueteo del coche, además de la cabeza, y estaba cansada del viaje. Al día siguiente tendríamos otra oportunidad de visitar la Fez nocturna.