Hama y regreso a Damasco

Así que, ya que habíamos acabado pronto, decidimos que teníamos tiempo de ir a Hama. Nos costó un poco convencer a Nasser, que quería volver directamente a Damasco. Decía que él vivía lejos de Damasco y que iba a llegar a las tantas a su casa. Ahí Nasser se diferenciaba de Mohammed que nunca protestaba sobre nuestros itinerarios. Además Nasser daba la impresión de tener siempre sueño y eso no nos daba mucha seguridad. De todos modos acabó cediendo y nos llevó a Hama.

HamaAl parecer, Hama es una de las ciudades más conservadoras de Siria, es una importante ciudad industrial en la que tiene sede el grueso de la industria de hierro y acero. Está regada por el río Orontes, rodeado de jardines y de unas 12 crujientes norias.

Las norias medievales eran utilizadas para proporcionar agua a la población y para regar los campos. Son ruedas de madera de hasta 20 metros de diámetro. Eran más de 30 y sólo queda una docena.

Nosotros vimos sólo un par de ellas en un parque que había en el centro de la ciudad. No teníamos tiempo para más, así que comimos en una terraza con vistas al río y a las norias y nos volvimos a Damasco.

María, la amiga de Imma, nos llevó esa noche a cenar a un sitio de superlujo. De esos que los camareros están vigilando para llenarte el vaso y cambiarte el cenicero. Comimos de maravilla y no salió nada caro. La comida en Siria es mucho más barata que en Jordania.



Para cualquier pregunta que quieras hacer o para dar tu opinión sobre este sitio web puedes escribir a: