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Palermo

El este de la ciudad

Via RomaIglesia San FrancescoDesde esta zona fuimos por la Via Roma hasta su cruce con Via Vittorio Emanuele y bajamos esa calle hasta la Via Paternostro que nos llevó a la iglesia de San Francesco d’Assisi, del siglo XIII.

En su fachada destacan un precioso rosetón y un pórtico gótico. No vimos su interior porque, una vez más, estaba cerrada.

En la plaza tomamos la Via Merlo, dónde está el Palazzo Mirto, que fue residencia de la familia Lanzi-Filangeri, que la donó a la ciudad en 1982.

Pasado el Palazzo llegamos a la Piazza Marina, que formaba parte del antiguo puerto antes de que se secara.

Los árboles de Piazza MarinaEsta plaza es muy agradable sobre todo por su jardín central, (jardín Garibaldi), con enormes ficus y los palacios que la rodean como el Palazzo Chiaramonte que fue residencia familiar; sede del virrey; tribunal de la Inquisición; palacio de justicia; y actualmente lugar de exposiciones temporales.

Santa Maria della CatenaTambién está en Piazza Marina el Museo Internazionale delle Marionette, dedicado a una colección de 3,000 marionetas de toda Sicilia.

Siguiendo hacia el mar nos encontramos con la iglesia de Santa Maria della Catena, del siglo XVI. Su nombre viene de la cadena con la que se cerraba el antiguo puerto cada noche.

En resumen, la plaza, a pesar de que en el pasado fuera escenario de ejecuciones públicas, es hoy un remanso de paz.

Volviendo hacia la Via Vittorio Emanuele y bajando por ella, nos topamos con la Porta Felice, de 1582; la fachada marítima actual; y el paseo marítimo al que nos acercamos a cotillear pero que no nos resultó demasiado agradable.

Porta FeliceDesde allí, un poco cansados del paseo nos dirigimos por el Foro Italico hacia nuestro hotel, no sin antes parar a tomar un refrigerio en una terraza junto con las cuatro chicas granadinas de nuestro grupo que nos encontramos por el camino.

Al llegar al hotel nos merecíamos un buen baño en su piscina con vistas panorámicas de la ciudad y del puerto.

Esa noche nos conformamos con tomarnos algo después de cenar en la cafetería del hotel.

Y esta fue nuestra despedida de Palermo.




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