Samir nos explicó el antiguo calendario egipcio. Consistía en tres estaciones de cuatro meses, compuestos de 3 semanas, de 10 días cada una. A estos 360 días resultantes les añadían otros 5 o 6 días de festividad, para ajustarse perfectamente al ciclo solar.
La primera estación era la de la inundación o ajet que comienza con la aparición de la estrella Sirio, hacia el 19 de julio. A ésta le sigue la del descenso de las aguas o peret en la que la tierra está lista para la siembra.
La última estación es la de la sequía o shemu que va de mediados de marzo a mediados de julio y se dedicaba a la cosecha.