La altiplanicie de Guiza o Guizeh se convirtió hace casi 5.000 años en la necrópolis real de Menfis, capital de los faraones de la IV dinastía. Está a 15 kilómetros al suroeste de El Cairo y tiene una extensión de 2.000 m 2 .
Napoleón es uno de los personajes famosos al que le impresionaron las pirámides. Estando aquí pronunció la frase: “Desde lo alto de las pirámides, cuarenta siglos de historia nos contemplan”.
Otra frase famosa egipcia dice: “El hombre teme al tiempo, pero el tiempo sólo teme a las pirámides”.
En las tres pirámides, cada lado está orientado de manera exacta a cada uno de los puntos cardinales y se construyeron en un eje diagonal de nordeste a sudoeste para que ninguna le tape nunca el sol a las otras.
Como materia prima se usó el granito de Asuán y la caliza de Turah, cerca de Menfis.
Cada pirámide tenía en su interior la cámara funeraria dónde se depositaba el cuerpo del faraón. El complejo funerario se completaba con el templo funerario o templo alto, al lado de la pirámide; una rampa de acceso; y el templo del valle donde se realizaba el rito sagrado de apertura de ojos y boca del faraón.
El gran misterio sigue siendo cómo se construyeron estos impresionantes monumentos. Al parecer se trabajaba durante todo el año, pero se acentuaban las obras en la época de la crecida, cuando los campesinos no tenían otro trabajo y la inundación hacía más fácil el traslado de los bloques de piedra hasta Guiza.
Entre 30.000 y 100.000 personas (según los autores) trabajaban simultáneamente en la construcción. Usaban rampas de tierra y ladrillo revestidas de limo para poder deslizar los bloques colocados sobre palos. Esta técnica aparece dibujada en algunas pinturas funerarias.
La rampa se iba adaptando a la elevación de la pirámide, subiendo en altura y alargándose para mantener la pendiente de unos 10º.
Se ha rechazado la teoría de que los egipcios trabajaran en la construcción de las pirámides porque fueran esclavos o por miedo al látigo. Lo hacían porque trabajar para el faraón, les acercaba la posibilidad de la vida eterna después de la muerte, y además recibían un salario por su trabajo.
Supongo que se puede decir que eso es una manera de esclavitud, pero en su época no debían de verlo así.