Esta fue la que más nos gustó, su decoración es una maravilla.
La usó Ramsés V y luego fue ampliada y ocupada por su hermano Ramsés VI.
Esta tumba es una especie de tratado de teología en el cual el elemento fundamental es el sol y su viaje diario en el mundo de las tinieblas, del que sale victorioso. Es un estudio de los orígenes del cielo, de la tierra, del sol, de la luz y de la vida.
En los tres primeros corredores están pintados textos del Libro de las puertas (las que hay que cruzar para alcanzar el más allá) y del Libro de las cavernas (las que el sol tiene que cruzar en su viaje nocturno).
En los corredores cuarto y quinto hay pasajes del Amduat y del Libro de los muertos y en la preciosa cámara funeraria hay escenas del Libro de la tierra, del Libro del día y del Libro de la noche, ilustrados por una doble imagen de Nut, diosa de los cielos.
Aquí podías quedarte mucho tiempo admirando los maravillosos detalles de la cámara, pero la cantidad de gente que había no te dejaba disfrutar tranquilamente de la vista. Además, tampoco teníamos precisamente tiempo de sobra.