Después de recoger nuestro coche de alquiler en la preciosa estación del Norte en París, nos dirigimos hacia Giverny.
En este pueblo se conserva el museo de Claude Monet, en el que está la casa de campo que el pintor transformó en taller y los jardines.
La casa se conserva tal y como Monet la conoció cuando vivió aquí desde 1883 hasta su muerte en 1926, y el jardín que la rodea tiene una parte de estilo normando de una hectárea de extensión lleno de preciosas flores de diferentes colores, simetrías y perspectivas.
Pasando por un pasaje subterráneo que cruza por debajo de la carretera, se llega al jardín de agua. Monet compró este trozo de tierra en 1893, y construyó aquí un estanque con el arroyo que pasaba por el terreno, el Ru, una rama del río Epte, afluente del Sena.
Este jardín está inspirado en los jardines japoneses que Monet conocía por gravados y en él están los famosos nenúfares y el precioso puente rojo, que el artista pintó en muchas ocasiones
La verdad es que el sitio es realmente precioso, es uno de esos lugares en que te encantaría saber pintar para poder plasmar toda esa belleza.
Nosotros tuvimos que conformarnos con hacer fotos...
Más información en: http://giverny.org/gardens/index.htm