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Bretaña (Bretagne)

Quimper

Viviendo las fiestas

Aprendiendo a bailarAprendiendo un oficioLlegamos a Quimper a la hora de la comida, así que, en cuanto dejamos las cosas en el Hotel (Mercure Quimper Centre, al lado de la estación de tren), corrimos a buscar un sitio para recuperar fuerzas.

Entramos en una creperie en la que una señora muy amable nos atendió e incluso se interesó por saber de dónde éramos y qué recorrido estábamos haciendo. Nos contó que Quimper (que se pronuncia algo así como “Campeeg”) estaba de fiestas (duran 7 días, hasta el 4º domingo de Julio).

Vamos, que nosotros no lo sabíamos, pero habíamos llegado a la ciudad cuanto más animada estaba.

Aprendiendo OficiosMúsica en la calleNos encantó el ambiente de Quimper, con desfiles de bandas celtas por todas partes, y gente aprendiendo a bailar en la Place Laennec, al lado de la catedral. Yo me hubiera apuntado encantada, pero con Justo no hay manera, así que tuve que conformarme con aprenderme los pasos mentalmente...

También había una calle dedicada a los oficios y actividades de la vida cotidiana de antaño: cordeleros, cesteros, hilanderas, tejedoras, bordadoras, fabricantes de zuecos, herreros..., que no solo demostraban como lo hacían sino que era posible participar y aprender “in situ”.

Además había una caseta de escritores bretones, en la que compré un libro dedicado por el mismo autor, que se esforzó un montón para que consiguiera entenderle.

En Quimper es famosa la tienda “Keltia Musique” especializada en música celta y bretona y también de allí salí con un CD de música celta, como no podía ser de otra manera.

Se trata de un CD del Festival Intercelta de Lorient. Lorient es una ciudad situada entre Quimper y Vannes que celebra todos los años un festival al que acuden músicos celtas desde Irlanda, Escocia, Gales, Northumberland (noreste de Inglaterra), Acadia (Canadá), Asturias, Galicia, y por supuesto Bretaña.

Asturias en QuimperRestaurante Le PatioCenamos en el restaurante “Le Patio”, enfrente de la estación de tren. Aunque está metido en un callejón que desde fuera no tiene muy buena pinta, resultó ser muy agradable. Tiene un ambiente muy tranquilo y la comida estaba muy rica.

Y después de la cena volvimos al centro de Quimper.

Por la noche seguía la animación con más actuaciones de grupos de música celta por las calles y en la plaza, que estaba llena hasta los topes de gente bailando.

Nos sentamos en una terraza y probamos el pommeau, una mezcla entre el mosto de la sidra y el calvados (el brandy de manzana). Es una bebida normanda, pero como antes no la habíamos degustado, nos decidimos entonces.

Gaiteros en QuimperBaile nocturnoA pesar de la mezcla con el mosto, esta bebida siguió resultando un poco fuerte para mí. En fin, había que probarla, ¿no?.

Después nos quedamos viendo a los que bailaban en la plaza, que estaba muy animada. Un chico nos oyó hablar y nos preguntó sorprendidos: “¿sois españoles?”. Resultó ser un asturiano que había venido con su grupo de música celta al festival de Quimper y le hizo gracia encontrarse a españoles allí. Pronto tuvo que irse porque perdía de vista a sus compañeros de marcha, y no era cuestión... Curiosamente, después, al ver las fotos que había hecho de Quimper, me encontré una foto de un grupo asturiano de Llanes. ¡No me había fijado antes en lo que ponía en su estandarte!.

Nosotros pronto volvimos al hotel a descansar para el camino que nos esperaba al día siguiente. Sin embargo nos ha quedado un muy buen recuerdo del ambientazo de Quimper.


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