Es una preciosa ciudad que tiene relación con el santo valenciano San Vicente Ferrer.
San Vicente nace en 1350 en Valencia, estudia lógica, filosofía, teología y se aprende de memoria la Biblia. Ya a los 17 años pronuncia sus primeros votos con los dominicos. Sabe latín, hebreo y física y continua sus estudios en Barcelona, Tolosa y París. En 1378 es ordenado sacerdote.
Es la época en la que la iglesia de occidente está dividida entre tres papas, el de Roma, el de Avignon y el de Pisa; y además se desarrolla la guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra.
Por ello Vicente Ferrer recorre las carreteras de España y Francia predicando la paz y la reconciliación.
En 1418 llega a Bretaña y se queda en la región un año. En 1419, ya con 69 años decide volver a su Valencia natal, pero una tempestad en el golfo de Morbihan le obliga a regresar a Vannes.
Aquí muere, en una casa de la que ahora se llama plaza Valencia, cerca de la catedral, donde está enterrado.