Irlanda
Música y danza irlandesa
Nuestro guía Liam, también nos habló de la música irlandesa, a la vez
que la escuchábamos.
Hasta la llegada de la televisión y el cine, el entretenimiento más
habitual en las zonas rurales era la "house dance" o la "crossroad dance",
danza en la que un grupo de dos parejas bailaban unos frente a otros,
muchas veces al aire libre. Para animar los bailes estaban los músicos
ambulantes (gypsy) que controlaban el ritmo, improvisaban y podían satisfacer
las peticiones del público.
Uno de ellos fue Johnny Doran, que desde los veinte años, hasta su muerte
a los cuarenta y dos, deleitó con su música a los irlandeses.
El arpa celta, conocida desde el periodo gaélico, es el símbolo de Irlanda.
Era el instrumento de los poetas o filids, admirados tanto por su erudición
como por su música. Estos artistas fueron primero despojados de su función
social por los normandos y luego perseguidos por los ingleses. Hasta el
siglo XVIII, con ocasión del festival de Belfast, los arpistas no pudieron
volver a tocar su música.
Los músicos tradicionales irlandeses no sabían de notas musicales o de
pentagramas, así que los recopiladores de estas canciones tenían que escuchar
y tomar nota para que no se perdieran.
Un autor importante en la recuperación de la música tradicional irlandesa,
es el compositor Sean O'Riada (1931-1971), que popularizó las melodías
y los instrumentos típicos como las gaitas (uilleann pipes), el violón
(fiddle) o el tambor (bodhrán).
También se usa en estas composiciones el acordeón, las concertinas (más
pequeñas que el acordeón), las flautas (tin whistles) y los huesos (bones),
usados como instrumentos rítmicos.
Y
para disfrutar de la tradicional música irlandesa, ¿que
mejor que deleitarse con un espectáculo de danza irlandesa?. Así
que nos dirigimos al Ambassador Theatre, en O'Connel Street para ver "Dance
of Desire".
Se trata de la representación, por medio del baile, de una historia
de amor a través del tiempo y con las leyendas celtas de fondo.
La coreografía es de Daire Nolan que trabajó en "Lord of the Dance" y
"Fleet of Flames"; y la música es de Eric Cunningham, compositor de "To
Dance on the Moon" y "Legend of the Night".
El espectáculo valió la pena y salimos con un buen sabor
de boca.
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