Pasado el fuerte empezamos a ver el gran puerto de La Valletta. Antes de seguir nuestro recorrido decidimos darnos una pincelada de historia y entramos en “The Malta Experience”, que consiste en la proyección de un vídeo en 12 idiomas (incluido el castellano) contando la historia del país.
Desde la parte posterior de la cafetería de The Malta Experience hay una buena vista del gran puerto y como teníamos tiempo antes de la proyección tomamos allí mismo una especie de pastel de requesón y espinacas que estaba muy bueno.
El audiovisual que vimos no decía nada que no hubiéramos leído en las guías turísticas, pero servía para tener una idea bastante aceptable de la historia del país.
Enfrente de The Malta Experience está la Sacra Infermeria, y de hecho, en una de sus salas subterráneas es dónde se proyecta el audiovisual. La Sacra Infermeria es el hospital del siglo XVI de los caballeros. Aquí los cirujanos realizaban avanzadas operaciones, así como amputaciones y tratamientos de heridas de guerra.
Seguimos nuestro recorrido y pasamos por el Siege Bell Memorial, una cúpula sostenida por altos pilares que conmemora a las personas que murieron en los convoyes de ayuda a Malta entre 1940 y 1943, durante la II Guerra Mundial.
Subimos hacia los Lower Barrakka Gardens, con su templo dórico que conmemora a Alexander Ball, el capitán que conquistó Malta a los franceses en 1800. Desde aquí también hay unas bonitas vistas del puerto y de Vittoriosa y Senglea. Pero las mejores vistas fueron las de los Upper Barrakka Gardens. Además, los jardines eran muy agradables para descansar, sobre todo después subir las largas escaleras que llevan a ellos.
