Y seguimos nuestro camino recorriendo las fortificaciones de Malta. Una vez pasado el bastión de St Michael se empieza a ver el puerto de Marsamxett, la isla Manoel con su fuerte, y el barrio de Sliema.
El paseo es agradable viendo el mar por un lado y por otro los edificios con preciosos balcones de la ciudad.
Enseguida llegamos hasta la Catedral Anglicana de St Paul, que se reconoce enseguida por su torre. Subimos por unas escaleras a la derecha que nos llevaron a una iglesia que estaban adornando con flores para la semana santa. Había un cepillo para dar dinero por la conservación de la iglesia, pero ni al entrar ni al salir donamos ni una moneda, a pesar de que el cura movió claramente el cepillo cuando nos íbamos...
Seguimos un poco más por la misma calle estrecha hasta llegar al Teatro Manoel. Fue construido en 1731 y es uno de los más antiguos de Europa. No pudimos entrar para visitarlo porque había una especie de ceremonia y no dejaban pasar a nadie que no tuviera invitación.
Volvimos sobre nuestros pasos para seguir recorriendo la calle del puerto y pasando por los puestos de Inglaterra y de Francia, cuya defensa dependía de los caballeros de estos países.
Y pronto llegamos hasta la punta de la península que está ocupada por el fuerte St Elmo, el que destruyeron los turcos en su asedio y que volvieron a reconstruir los Caballeros de San Juan. En este fuerte se rodó parte de la película “El expreso de medianoche”, en la que el fuerte se convirtió en cárcel turca.
También aquí se rodó La isla de las cabezas cortadas y El Conde de Montecristo (haciéndolo pasar por Marsella).