Después de llegar desde Casablanca a nuestro hotel, tuvimos tiempo para descansar un poco, arreglarnos y salir para nuestra cena de gala en Fantasía Chez Ali.
Se trata de una cena - espectáculo que se realiza en un lugar a 12 km de Marrakech, en la vieja carretera de Safi. Hay sitio para 2000 o 3000 personas y funciona todas las noches.
El autobús te deja en el patio exterior donde te reciben unos jinetes en sus caballos. Entras en el castillo - palacio y pasas por una especie de cuevas donde están expuestos trajes típicos de las distintas regiones marroquíes.
Luego vas pasando delante de un montón de grupos de músicos y danzantes vestidos también con los distintos trajes regionales y al final entras en una de las 10 carpas decoradas con tapices.
Mientras estás cenando van entrando los diferentes grupos regionales y cantan, tocan y bailan para ti y si tú te animas también puedes bailar con ellos.
En nuestra mesa pararon poco, no sé si fue porque era de las últimas de la carpa o porque éramos poco generosos con las propinas... ¡Vaya fama de tacaños que tenemos los españoles!.
La cena era muy abundante, primero con la harira, la sopa contundente marroquí, luego con el cuscús y por último con el cordero.
Después de la cena hay un espectáculo de danza del vientre y de jinetes y caballos, lo que llaman Fantasía.
El sitio es agradable, la comida y la música están bien y la “fantasía” es entretenida. Lógicamente es eminentemente turístico y por eso los turistas nos lo pasamos bien, pero no me gustó tanto como para repetir...