Antes de llegar a Volubilis, hicimos una parada para hacer fotos al paisaje que nos rodeaba.
Se veían las colinas y campos y una mezquita debajo de nosotros.
Yo aproveché para sacar una foto a una señal de Stop que había por allí con letras árabes. Cuando estaba en ello, vi venir a un gendarme, directo hacia Miguel, uno de nuestros compañeros de viaje. Miguel había estado grabando en vídeo y parece que había grabado el puesto de los gendarmes que estaba cerca de allí.
Él ni siquiera se había dado cuenta de que estaba grabándoles pero el gendarme le llamó la atención y le dijo que el puesto no era ningún monumento, ni ninguna atracción turística.
Enseguida llegaron El Arbi y Ibrahim, nuestro conductor, pero el gendarme no se quedó tranquilo hasta que Miguel consiguió borrar lo que había grabado.
Menos mal que fue capaz de hacerlo. Yo con mi cámara no sé si hubiera podido. Lo más probable es que hubiera tenido que borrar el DVD entero.
Afortunadamente no tuve que hacer nada entonces y Miguel no perdió ninguna imagen importante.
Todo se quedó en un pequeño susto. Nosotros no entendíamos porque era tan terrible grabar a los policías pero parece que ellos se curan en salud, no sea que algún periodista se lleve imágenes comprometidas y las publique dando una mala imagen de Marruecos y sus gendarmes...
Bueno, está claro que hay que tener cuidado con lo que se graba, ¿no?. O por lo menos que no te vean.