El primer día en Marrakech El Arbi nos había hecho una pregunta: ¿por qué Yusef Ben Tashfin, el fundador de la ciudad de Marrakech eligió el color rojo para su construcción?.
Nos dijo que nos pensáramos bien la respuesta porque al que acertara le haría un regalo.
Pues ahora ya era el momento de responder. Las respuestas fueron más o menos estas: Marrakech es la ciudad roja porque es el color de la tierra, y como consecuencia de la materia prima que estaba disponible; porque el adobe es un aislante perfecto tanto del frío como del calor; porque es el color del desierto y sus fundadores venían de ahí...
Pero ninguno acertamos la respuesta que tenía pensada El Arbi. Él nos dijo que el fundador de Marrakech era científico y médico y sabía que en Marrakech luce casi todo el año el sol, así que eligió el color rojo porque no refleja la luz solar y así no hace daño a los ojos.
Según él, si se hubiera elegido el color blanco, todos los habitantes de Marrakech hubieran tenido los ojos dañados por el sol.
Creo que ninguno nos quedamos convencidos del todo con la explicación, sobre todo porque hay muchos pueblos andaluces donde hace tanto sol como en Marrakech y que están encalados.
Pero bueno, supongo que podía ser una de las razones para elegir el color rojo.
Como nadie había acertado, aunque nuestra compañera Mari Carmen había estado cerca, El Arbi sorteó el regalo, que era una pequeña fuente de cerámica de Fez.
El modo de sortearlo fue muy curioso. Nos teníamos que numerar y El Arbi apuntaba todos nuestros números en papeles y los ponía en la fuente. Ibrahim empezó cogiendo uno de los números. El número que salía se eliminaba del sorteo. El número que era eliminado cogía otro número de la fuente, que a su vez era eliminado, así hasta que quedaba un solo número que era el ganador.
Así, la emoción seguía hasta el final y era más divertido. El ganador fue Miguel, que se quedó con el regalo.