La calle que lleva al Mausoleo Mulay Idris está llena de tiendas que venden turrón y velas porque lo típico cuando se visita Fez es comprar velas para poner al santo y turrón para llevar a casa a la vuelta.
Sabah nos dio a probar el turrón con sésamo. Tiene una textura diferente al nuestro, al masticarlo es más blando, algo así como un caramelo sugus, pero está bueno igual. De hecho varios de nuestros compañeros de viaje compraron para llevárselo. Eso sí, no hay que dejarlo expuesto al calor porque se convierte en una masa informe que ya no apetece mucho comer...
Mulay Idris II es el hijo del fundador de Fez, Idris I, y su mausoleo fue construido en el siglo XI y reconstruido en el XV.
Como tantos lugares religiosos en Marruecos, no puede ser visitado por los no musulmanes desde la circular de Lyautey de 1921, pero, por lo menos sí pudimos acercarnos, verlo desde fuera e incluso hacer fotos.
Situándonos frente a su puerta torcimos a la derecha rodeando el mausoleo. En su pared exterior hay una especia de hucha dorada en la que se piden favores al santo poniendo la mano sobre ella y donde si se quiere se echan monedas.
