Después de entrar en el mausoleo, recorrimos la explanada en la que se tenía que haber edificado la mezquita de Hassan (bondad en árabe).
El proyecto de Yacub el-Mansur, que se inició en 1196, era construir la mayor mezquita del mundo musulmán después de la de Samara en Irak, pero a su muerte en 1199, no se había terminado.
La torre debería haber tenido 80 metros de altura, casi el doble de los que tiene actualmente (44 metros); habría ocupado 25.000 m2; habría tenido 19 naves; habría reposado sobre 124 columnas y pilares; y podría haber acogido a 40.000 fieles.
Su techo de madera se usó para la construcción de navíos y el resto fue saqueado durante siglos. El terremoto de Lisboa de 1755, acabó de destruirla.
Actualmente ya no quedan más que los cimientos de las columnas, ya que el enlosado es reciente.
Mohammed V dirigió aquí la primera oración del viernes en 1956, al regreso de su exilio.
Nosotros nos acercamos hasta la torre que es hermana de la Giralda de Sevilla y de la Kutubia de Marrakech, recorriendo toda la explanada e intentando ver todos sus lados.
Enseguida se nos acercaron hombres a ofrecerse como guías, que naturalmente rechazamos. Nosotros ya teníamos a El Arbi.