En Luxor hay muchas tiendas que venden artesanía de alabastro y, naturalmente, nos llevaron a una de ellas.
Antes, Samir nos explicó que hay alabastro trabajado a mano y a máquina, y que se diferencia porque el tallado a máquina pesa más y tiene un mejor acabado que el tallado a mano. Claro que precisamente porque las figuras artesanas son más rústicas, también son más “auténticas”.
Con el autobús íbamos pasando cerca de muchas casas con dibujos en sus paredes. Estos dibujos indican que el dueño de la casa ha visitado la Meca.
Al regreso de su viaje, y como recuerdo, pinta sobre el muro exterior de su residencia el cubo negro de la Kaaba sagrada y el medio de transporte que utilizó para su peregrinaje.
Es curioso, ¿no?.