El actual nombre de Asuán viene de “swenet”, que significa comercio.
Su antiguo nombre fue Syene y por él, la sienita, roca que es muy abundante en la zona recibe este nombre. A esta roca se la llama también granodiorita y es de la familia del granito.
De las canteras de Asuán se extraía esta roca rosada, con la que se construían obeliscos, colosos e incluso templos. Su explotación llegó incluso hasta la época romana.
Asuán es la frontera entre el cultivado valle egipcio del Nilo, y la desértica Nubia y también es aquí donde estaba la primera catarata, de la que ahora no quedan más que remolinos de agua entre las rocas.
Desde el tercer milenio a. C. Asuán era un lugar de intercambio comercial. Además, aquí se controlaba el tráfico fluvial y de caravanas, y es por eso que se convirtió en la capital del I Nomo del Alto Egipto.
A partir de la alta edad media fue abandonada progresivamente debido a las incursiones de los Blemos y a una importante epidemia de peste, pero renació con la ocupación turca de Egipto.
Hoy es una agradable ciudad, con algunos templos antiguos como el de Filae; con un curioso mercado (¡cómo no!); un interesante museo; algunas antiguas tumbas; un clima agradable y un paisaje precioso; que además sirve de punto de partida para visitar Abú Simbel.