AnteriorSiguiente

Kom Ombo

Visita del templo

Templo de Kom OmboEn los restos del pilono de entrada está grabada una inscripción de 52 líneas de jeroglíficos que representan al emperador Domiciano (81-96) que con otros personajes veneran a Sobek, Hator y Honsu.

Del patio quedan algunas bases de columna que conducen a la doble sala hipóstila. A cada lado de la entrada se ve a Ptolomeo XII purificado por Horus, Tot y Haroeris (Horus el grande), a ala izquierda, y por Horus, Tot y Sobek a la derecha

Dentro de la primera sala hipóstila hay diez columnas fasciculadas y dispuestas en dos filas de cinco con capiteles en forma de loto, papiro y palmera. Las columnas tienen garbadas en su parte alta, bandas con el símbolo de la vida anj, (esa especie de llave con forma de cruz), junto con bandas de jeroglíficos.

Relieves en Kom OmboEn la parte baja de las columnas y en las paredes de la sala, el faraón rinde homenaje a distintas divinidades. En la pared occidental, con columnas papiriformes, se representan los lugares sagrados de Egipto, los dioses de las principales ciudades y las fiestas locales y nacionales. El techo está decorado con escenas astronómicas.

En la segunda sala hipóstila, o sala de las ofrendas, se repite el mismo tipo de relieves.

Pasando por tres vestíbulos sucesivos se llega a los santuarios de Horus el grande y de Sobek, que estaban perfectamente separados por un muro.

Samir nos enseñó, en este templo, a apreciar su arte. Estaba claro que era un santuario al estilo egipcio, pero los griegos habían introducido bellas aportaciones en los relieves que marcaban la diferencia frente a los típicamente egipcios.

Por ejemplo exculpen las figuras de hombres y mujeres mostrando claramente sus curvas y marcando por ejemplo el ombligo, los músculos, las rodillas, el pelo o los estampados en los vestidos. Son más realistas y más detallistas que los egipcios más antiguos.

Realmente era un verdadero placer contemplar esas obras de arte.

Relieve referente a ImhotepEn el exterior del templo, detrás del santuario, hay un relieve muy interesante extraído del arte de la medicina. El protagonista es Imhotep, médico, arquitecto y sabio que llegó a convertirse en dios. Aquí está representado realizando una operación con todos los utensilios quirúrgicos necesarios: pinzas, gasas, ungüentos... También se puede ver a una parturienta en una silla de parto y diversos jeroglíficos que detallan las fórmulas de algunas medicinas, tal y como nos explicó Juan Velasco (http://www.textosjeroglificos.com/), un experto en jeroglíficos que venía en nuestro grupo y con el que aprendimos muchas cosas interesantes.

(El protagonista del libro "Ladrones de Atlántida" de José Ángel Muriel, es Imhotep. En él se da una interesante interpretación de la vida del importante personaje egipcio, uniéndola con la historia de la Atlántida. Podéis obtener más información sobre este entretenido libro en: http://www.elautor.com/)

Hacia la salida del templo está la capilla de Hator en la que pudimos ver enormes cocodrilos momificados.

En Del mammisis, queda poco. Fue edificado por Ptolomeo VIII y prácticamente se lo ha tragado el Nilo. El mammisis o “lugar de nacimiento” era una estancia muy común en los templos ptolemaicos. Allí se celebraba el misterio del nacimiento, del hijo del dios al que se dedicaba el templo. Hay mammisis en Edfú , Filae y Debod , entre otros.

Después de visitar Kom Ombo paseamos por el habitual mercado; hicimos las habituales compras; y entramos en “The rural house”, un sitio que estaba lleno de cafés, restaurantes y tiendas y en el que nos tomamos un té con música árabe en directo. Fue muy agradable.

AnteriorSiguiente
Para cualquier comentario o consulta puedes escribir a: