Una avenida de esfinges con cuerpo de león (guardián vigilante y símbolo de la realeza) y cabeza de carnero (simboliza a Amón y a la fuerza física y fecundadora) conduce a la entrada actual. Las esfinges tienen entre sus patas a Ramsés II a modo de protección.
El primer pilono, pilono o fachada que se ve es de la época de los Ptolomeos y no tiene decoración, ya que está inacabado.
Una vez pasado este primer pilono, se pueden ver a la derecha, en su parte interior, los restos de una especie de muro de adobe. Este muro se usaba como “andamio” para construir las paredes. Luego se iba retirando y se iba decorando la pared de arriba a abajo.
Ya estamos en el primer patio, correspondiente a la IX dinastía, en el que podemos ver a la izquierda el templo de Seti II y a la derecha el templo de Ramsés III, junto con restos, a ambos lados, de la avenida de esfinges.
Frente a nosotros está una altísima columna con forma de papiro abierto que formaba parte del pabellón del rey etíope Taharka, con 21 metros de altura, y que protegía las barcas sagradas.
Después de esta impresionante columna está el segundo pilono, delante del cual hay dos monumentales estatuas de Ramsés II, que llevan a la impresionante sala hipóstila.