AnteriorSiguiente

El viaje

La seguridad

Otro punto agridulce son las excesivas normas de seguridad a la que te someten los egipcios. Hay controles en las entradas de todos los monumentos (en algunos como en el Museo Egipcio de El Cairo hay hasta tres controles); en algunos monumentos, como en Abú Simbel, te limitan el tiempo de visita obligándote a reservar el vuelo de vuelta a Asuán a una determinada hora; a la entrada de cada ciudad hay controles de pasaportes en los que toman nota de los turistas que llegan y los que se van; hay policía turística por todos lados...

Un convoy de viajeros visto desde nuestro barco

En teoría esto debería ser positivo, pero las medidas son en algunos casos tan excesivas, que no te dejan disfrutar de tu tiempo como quisieras.

Las limitaciones de horarios las sufren igualmente las personas que viajan por libre, ya que tienen que unirse a los convoyes que viajan entre una ciudad y otra y pasar los diversos controles de cada recorrido. Al ir en viaje organizado, el control de pasaportes de cada ciudad lo realizaban los organizadores del circuito, sin que nosotros nos enteráramos.

Todo es por nuestra seguridad, aunque a veces sea una lata para nosotros.

AnteriorSiguiente
Para cualquier comentario o consulta puedes escribir a: