Amón fue en principio una divinidad local de Tebas. Con la subida al trono de las dinastías tebanas XI y XII se convirtió en el dios superior del Imperio Nuevo.
Karnak fue su santuario principal y a lo largo de los siglos no dejó de ampliarse y mejorarse. También se veneraba en Tebas a su mujer Mut (“la madre”) y a su hijo Honsu (dios lunar), con los que forma la tríada tebana.
Se le representa sentado sosteniendo el cetro en una mano y el símbolo de la vida anj en la otra; o de pie con la piel azul y una corona con dos plumas. Su animal es el carnero.
Los griegos lo asimilaron con Zeus y los romanos con Júpiter.