En resumen el viaje fue muy bien, vimos todo lo previsto y algunas cosas más (el templo y el mercado de Esna, el templo de Medinet Habu y Deir el Medina), y además nos divertimos y tuvimos tiempo de relajarnos en el barco.
En resumen la organización del viaje fue muy buena. No hubo ni un solo fallo de Ramadán, el representante de Iberojet. Todas las mañanas nos llamaban a la hora adecuada y eso no era tan fácil porque convivíamos varios grupos con distintos circuitos y horarios; siempre estaban listos los medios de locomoción para hacer los recorridos, y tampoco hubo ningún problema con los aviones; el itinerario se cumplió estrictamente y nunca dejamos de hacer ninguna excursión opcional ni ningún recorrido incluido.
Por otro lado, los servicios en el barco Plaza de la compañía Presidential fueron estupendos.
En el restaurante, la comida era muy buena y, los camareros encantadores. El que teníamos normalmente se llamaba Mohammed Abdul Ren (o algo así le entendí); les hacía trucos a los chicos; nos enseñaba cada día una palabra en árabe; nos atendía fenomenalmente bien; y era muy simpático. Vamos, una maravilla...
Además todas las noches había alguna actividad: fiesta de disfraces, bingo, concursos, baile, cóctel... todo muy divertido.
Sin contar lo agradable que era tumbarse en la cubierta y leer un poco, ver el paisaje, jugar al ping-pong o simplemente tomar el sol y charlar.