Desde allí nos acercamos a la casa de las columnas que, como su nombre indica, tiene preciosas columnas con el fuste decorado en espiral rodeando un estanque circular. Además, en su parte posterior privada, hay otro pequeño estanque de forma lobulada.
La casa contigua es la que llaman de los trabajos de Hércules por su gran mosaico representando algunos de los 12 trabajos del héroe mitológico y utilizando cuadrados, óvalos, motivos geométricos y símbolos como la esvástica que, curiosamente se usaba desde la antigüedad como un símbolo de buena suerte.
La casa de Dionisos es la siguiente que visitamos. Tiene un mosaico que representa al dios del vino en su parte central y a las cuatro estaciones pintadas como rostros de mujer rodeándolo. La de arriba a la izquierda es el invierno con ramas de árboles sin hojas; a su derecha la primavera con flores y hojas en el pelo; abajo a la izquierda está el otoño con su cabello coronado de ramilletes de uvas; y por último el verano con espigas de trigo.
Continuamos viendo otras casas con sus mosaicos como la casa del Cortejo de Venus en la que hay dos preciosos mosaicos, uno en el que Hilas, amigo de Hércules, es raptado por las ninfas al ir a por agua de una fuente; y otro en el que Actéon, que estaba espiando a Diana en su baño, fue transformado en ciervo por la diosa y devorado por sus propios perros de caza.
Y con esto terminó nuestra visita de Volubilis y nos despedimos de Hassan, no sin que antes El Arbi se encargara de darle su merecida propina. La verdad es que a ninguno de nosotros se nos había ocurrido dársela.
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