Seguimos andando hasta la Piazza Mazzini y seguimos por Via Auteri, dejando a nuestra izquierda la catedral e internándonos en el mercado de la Pescheria.
Este curioso mercado es una herencia de los zocos árabes y su parte más curiosa es la zona cercana a la Fontana dell’Amenano y de la plaza de la catedral, donde se vende pescado.
Cuando empezamos a adentrarnos en el mercado, nos preguntábamos por qué Gianni llevaba a 53 personas por esas callejuelas atestadas de gente donde casi no podíamos andar.
Sin embargo, cuando empezamos a fijarnos en sus coloridos puestos donde había desde frutas, verduras, especias, legumbres, hasta carne y pescado, entendimos la gran oportunidad que Gianni nos había brindado.
Hay más mercados de este tipo en Sicilia, algunos muy famosos en Palermo, pero este fue el único que afortunadamente pudimos visitar y valió la pena.