Continuamos nuestro recorrido por la orilla del mar hacia el castillo Maniace, situado en la punta sur del extremo de la isla y que fue construido en 1230 por Federico II de Suevia.
Cruzamos por preciosas callejuelas hacia la otra orilla de Ortigia donde hay varios miradores para contemplar parte de la isla y el mar.
Hacía muy buen día y en nuestro paseo por la orilla vimos algún club privado en el que los siracusanos tomaban tranquilamente el sol. ¡Qué envidia!, ¿no?.
Volviendo hacia el autobús seguimos paseando por pintorescas calles con preciosos edificios y palacios como la via Roma o la Vittorio Veneto entre otras muchas encantadoras callejuelas.
