Este gran pasillo une la parte privada con las habitaciones de los señores y la zona pública de la casa.
Una sala famosa de la parte privada es la de las chicas en bikini. Está en un dormitorio y en ella aparecen 10 muchachas practicando deportes como salto de longitud, lanzamiento de disco o carreras.
Y así siguen otras salas como las de los hijos de los señores, o el vestíbulo de Polifemo hasta llegar al dormitorio con la escena erótica en la que una pareja semidesnuda se abraza. Con esta imagen acabamos la visita.
Los restos de Villa del Casale están cubiertos con una especie de cúpulas de plástico que sugieren la forma de lo que fue la casa.
Lo malo es que esas cubiertas son como un invernadero que multiplica los rayos del sol, y allí dentro hacía muchísimo calor. Además el exceso de luz y de polvo que se colaba por todas partes no nos dejaba apreciar del todo los preciosos colores de los mosaicos.
De hecho, nuestro guía Honofrio, en determinado momento, tiró un poco de agua sobre uno de los mosaicos para que pudiéramos apreciar los colores reales, y la cosa cambiaba bastante.
Gianni nos contó que hay un proyecto para mejorar las instalaciones pero aún no está aprobado. Habrá que esperar...
