Nos tocaba excursión organizada a Bursa "la verde". Teníamos de guía a Ercan, el mismo que nos recogió a nuestra llegada a Estambul. Ese día, mientras íbamos recogiendo a la gente en sus hoteles ocurrió un incidente.
El autobús no podía entrar en la calle de uno de los hoteles porque era muy estrecha y nos quedamos en una calle muy ancha en la que no molestábamos al tráfico.
Unos policías se acercaron y amenazaron con ponernos una multa porque estábamos en un sitio en el que estaba prohibido aparcar. Después de muchas discusiones el conductor les dio algo de dinero a escondidas y con eso se quedaron contentos.
El guía nos contó luego que la policía turca era muy corrupta (nada que ver con lo que había explicado Timur), que él intentaría reclamar el dinero que había tenido que pagar pero que probablemente lo iba a perder porque el jefe de estos policías probablemente era tan corrupto como ellos.
Supongo que si por lo menos la gente protesta estas contra prácticas irán desapareciendo ¿no?.
Cruzamos todo el atasco mañanero de entrada a Estambul y nos dimos cuenta del monstruo que es esta ciudad. No se acababa nunca. Nos dijo Ercan que dos personas podían decir que vivían en Estambul y vivir a 150 Km uno del otro.
El viaje se hizo un poco pesado. Se nos escapó un ferry y nos tocó esperar. Pasamos por una zona del país damnificada por el terremoto, vimos edificios que estaban reconstruyendo y un campamento enorme para todos los que se habían quedado sin casa.
Ercan dijo que los edificios que se habían caído estaban mal construidos o mal situados. Vamos, que si las construcciones hubieran sido buenas no habría habido ningún problema, o por lo menos mucho menores.
Nos contó Ercan que los políticos dicen que Turquía estará integrada en Europa dentro de 10 años pero que son demasiado optimistas. Según él quedan aún 15 años por lo menos.
De todos modos están trabajando duro para que sea lo antes posible. Es curioso que las matrículas de los coches ya estén estandarizadas cuando en España estamos empezando ahora.
El Mausoleo VerdeNuestra primera visita fue al Mausoleo verde (Yesil Türbe), que es la tumba del sultán Mehmet I. Antiguamente los azulejos del exterior eran de color turquesa, pero después de un temblor de tierra en 1855 fueron sustituidos por otros más modernos.
Ahora más que verdes son azules
Ercan nos contó lo importante que es la ceremonia del entierro, como se debe esperar a todos los miembros de su familia antes de enterrar a alguien. Los preparativos como el lavado del cadáver y el vestido.
El ataúd se usa en el traslado, pero el cuerpo lo entierran en contacto con la tierra y nunca en nichos como nosotros.
Siempre se entierra a la persona en dirección norte - sur. Amontonan tierra debajo de la parte izquierda del cuerpo para que esté ladeado y mirando al oeste (La Meca) y ponen unas tablas encima para que la tierra no le dé directamente en la cara.
Las tumbas de los mausoleos no tienen restos dentro porque sino el cuerpo no estaría en contacto con la tierra. Las tumbas son sólo símbolos.
Mezquita VerdeEn la mezquita verde (Yesil Camii) aprendimos que los imanes (como nuestros sacerdotes) son elegidos por el gobierno para poder controlar el integrismo. Ercan cree que cuando cada uno vea la religión como algo personal cada uno podrá vivirla como quiera y no habrá problema de integrismo. De todos modos esto seguirá porque Turquía no es un país rico y mientras siga habiendo tanta pobreza seguirá habiendo focos de integrismo.
Ercan nos contó que ahora mismo sólo un 15% de los turcos son musulmanes practicantes y en las mezquitas se ve sobre todo gente mayor. él nos contó que incluso su madre que es muy religiosa, hay días que se salta la oración.
Según Ercan si te saltas alguna oración tienes la oportunidad de "recuperar" y nos señaló a gente que probablemente estaba "recuperando" porque estaban rezando antes de la hora de la oración.
Nos contó que a diferencia de nosotros que en el día del juicio final nos juzgara dios, los apóstoles y un montón de gente; los turcos son más pobres y no tienen dinero para pagar tantos sueldos, así que a ellos les juzgan unos funcionarios que tienen una báscula de precisión. Cada persona lleva su libro de cosas buenas y su libro de cosas malas. Los libros se pesan en la báscula y según lo que pese más la persona va al cielo o al infierno.
Si haces la oración en su tiempo correcto tienes, digamos, un "sobresaliente" pero si haces la oración después tienes un "aprobado". O sea que la mayoría se conforma con un aprobado.
En las escuelas la educación religiosa es prácticamente obligatoria, aunque si los padres no quieren esa educación el niño no tiene porque darla. En las mezquitas se dan cursos de veranos sobre el Corán.
Vista de BursaVimos desde un parque la ciudad de Bursa y nos decepcionó un poco. Es una ciudad grande y moderna y no se puede identificar una parte antigua que sea bonita. Bursa la verde hace mucho que desapareció bajo los edificios modernos.
Elena Valverde, una reciente viajera me ha contado que a unos 30 kilómetros de la ciudad está la cima del Uludag (montaña grande), un monte de 2.543 m de altura desde el que hay una vista impresionante de Bursa y donde, deleitándote con la vista puedes también disfrutar de música en directo y de un raki acompañado de fruta (por ejemplo). Se puede ir en coche o en taxi compartido (dolmus) hasta la estación de salida del teleférico. Desde aquí sí que se entiende lo de "Bursa la verde".
Vamos, que nuestra opinión de la ciudad seguro que habría cambiado si la hubieramos visto desde allí.
El libro: "Los Palacios de la memoria" de Alev Lytle Croutier hace una descripción de Bursa en 1952:Comimos muy bien en un restaurante dentro de un parque: Sopa de tomate (se había convertido en mi favorita) y filete relleno de queso. El postre era con chocolate y fruta.
Gran MezquitaConocimos la Gran Mezquita (Ulu Camii) y en la puerta vimos a varias personas lavándose los pies en una fuente. Ercan nos explicó que esta no es una costumbre muy higiénica; que lavarse y volverse a poner los calcetines sudados no era ser demasiado limpio. Lo más correcto era hacerlo cómodamente en tu propia casa pero para unas prisas eso no estaba tan mal.
En los principios de la religión musulmana no había tanta higiene y tantos medios como ahora. Entonces no había baños en las casas y la obligación de limpiarse para orar era una revolución para la época.
Ahora es una costumbre desfasada pero entonces fue muy importante.
La especie de rosarios que hay por todas partes son donaciones de gente para que lo utilicen todos. Son los 40 nombres de Alá.
Esta mezquita se diferenciaba en que tenía una fuente dentro del lugar de oración. Lo normal es que esté fuera, en el patio, para que todos los que entren estén ya purificados.
Ercan nos dijo que durante la oración también los no musulmanes podíamos entrar en las mezquitas. Mientras fuéramos un grupo pequeño y no molestáramos no había ningún problema.
Mercados de BursaDespués de la visita tuvimos tiempo libre para ver el bazar de la seda y comprar unas corbatas. También nos recorrimos el mercado de los alrededores, pero no nos impresionó mucho después de conocer el Gran Bazar de Estambul.
A la vuelta Ercan nos dijo que no nos perdiéramos la experiencia del baño y nos recomendó algunos que valían la pena. Nosotros con el de Capadocia ya estábamos más que satisfechos.
Normalmente los baños son de hombres o de mujeres o tienen horarios distintos para unos y otras. Ercan comentó que es muy común ahora el alquilar los baños y hacer fiestas en ellos. Es la oportunidad para las madres de escoger una chica bien guapa para sus hijos, porque no hay otra ocasión para ver la cara y sobre todo el cuerpo de las mozas casaderas...